Los trastornos disociales se refieren a “una forma persistente, frecuente y reiterada de comportamiento disocial, agresivo o retador” (CIE 10), que debe aparecer al menos durante seis meses. A partir de los 18 años pasa a llamarse personalidad antisocial.
El trastorno disocial es más frecuente en varones que en niñas (3:1), aunque según avanza la edad se incrementa el número de niñas afectadas.
El trastorno disocial puede aparecer unido a otro trastorno (comorbilidad), como en casos de esquizofrenia, TDAH, trastornos del desarrollo, depresión o conductas de consumo de alcohol o algún tipo de drogas.
Una de las características del trastorno disocial es la aparición de conductas agresivas (físicas o verbales), sin embargo en ocasiones los niños muestran actitudes agresivas con otro origen: la incapacidad de resolver sus propios conflictos internos o de relación con los demás.
PRINCIPALES MANIFESTACIONES DE LOS TRASTORNOS DISOCIALES
1. Agresividad
2. Violación sistemática de los derechos de los demás y de las normas
3. Bajo rendimiento escolar
4. Dificultades en las relaciones sociales
5. Problemas en el aula