“La expresión Habilidades Sociales se refiere a un repertorio de comportamientos verbales y no verbales a través de los cuales los niños incluyen las respuestas de otros individuos (compañeros, padres, hermanos, etc.) en el contexto interpersonal. Este repertorio actúa como un mecanismo a través del cual los niños inciden en su medio ambiente obteniendo, suprimiendo o evitando consecuencias deseadas y no deseadas en la esfera social . En la medida que tienen éxito para obtener las consecuencias deseadas y evitar o escapar de las no deseadas sin causar dolor a los demás, se considera que tienen habilidades sociales”. (Rinn Markle, 1979)
Por lo tanto, habilidades sociales son el repertorio de conductas que emplea la persona para tener una relación adaptada con otras personas.
COMPONENTES DE LAS HABILIDADES SOCIALES
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Las Habilidades
Sociales se adquieren principalmente a través del aprendizaje (mediante
observación, imitación, ensayo y también información).
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Incluyen
comportamientos verbales y no verbales, específicos y discretos.
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Suponen
iniciativas y respuestas efectivas y apropiadas.
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Aumentan el
reforzamiento social (por ejemplo, las respuestas positivas del propio medio
social).
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Son recíprocas
por naturaleza y suponen una correspondencia efectiva y apropiada.
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Su práctica
está influida por las características del medio. Es decir, factores tales
como la edad, sexo y el estatus del receptor afectan la conducta social del
sujeto.
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7
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Los déficits y excesos de la conducta social pueden ser especificados y
objetivados a fin de intervenir.
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Entre los niños con déficit de habilidades sociales, encontramos a niños tímidos y retraídos, pero también en muchas ocasiones a niños agresivos, en los que no se dan las respuestas socialmente aceptadas, y su falta de recursos para establecer vínculos sociales adecuados, les hace dar respuestas que producen el rechazo de los otros niños.
INTERVENCIÓN
PSICOLÓGICA PARA EL APRENDIZAJE DE HABILIDADES SOCIALES
El repertorio de
habilidades sociales que tiene un niño es muy variado: algunos son muy
prosociales y otros tienen un repertorio muy limitado. Sobre estos niños hay
que trabajar para que vayan adquiriendo aquellas habilidades sociales de las
que carecen y que les proporcionará un desarrollo afectivo, social y escolar
más satisfactorio.
En la intervención con estos niños es necesario evaluar el origen del problema. En ocasiones hay en el origen un modelo de aprendizaje con modelos parentales que carecen ellos mismos de estas habilidades sociales, utilizando la fuerza física como forma de expresión. Otros niños han sufrido carencias afectivas severas lo que les hace retraídos. En otras muchas ocasiones la misma personalidad del niño (timidez, retraimiento) les paralizan ante una interacción social.
Entre las variables a tener en cuenta:
Locus de control
Se refiere a la interpretación de los sucesos que hace la persona: si las considera bajo su control o bajo control externo. Si un niño cree que lo que le sucede es debido a su conducta, puede entender que cambiando puede mejorar su relación con los demás (locus de control interno). Si por el contrario el niño cree que su conducta no tiene nada que ver con sus problemas, que es responsabilidad de los demás o de las circunstancias, se autojustificará y no habrá intento de mejora (locus de control externo)
En niños con
problemas de relación, la existencia de un locus de control externo hace
necesaria la intervención psicológica para modificar esta variable, ya que en
caso contrario el niño es presa de una sensación de indefensión, desesperanza e
inmodificabilidad de la situación que le puede llevar a la depresión, y por
supuesto a un mayor retraimiento social.
Creencias
irracionales
Otra variable que relacionada con la falta de competencia social es el desarrollo de creencias irracionales.
Las creencias irracionales están recíprocamente implicadas en las conductas desadaptadas. Un niño que haya desarrollado un sistema de creencias irracionales se puede comportar de forma no adaptada a la situación, utilizando respuestas pasivas (inhibición) o agresivas. Los niños con más creencias irracionales serán, por tanto, los que dispongan en su repertorio de un menor número de respuestas asertivas y, en consecuencia, presenten mayores dificultades en la relación social
Nivel de inteligencia
A pesar de que la inteligencia y las habilidades sociales deberían estar en consonancia, según la teoría de las inteligencias múltiples, se puede ser muy inteligente y carecer de habilidades sociales. En este punto es más importante el desarrollo de la inteligencia emocional que el C.I. de un niño. Niños con intereses muy diferentes al resto de los niños pueden tener dificultades de adaptación social al no involucrarse en los juegos de los compañeros.
El nivel de asertividad del niño es un indicador más importante de la adaptación social. Un niño socialmente habilidoso es más capaz de adaptarse a las necesidades de sus compañeros y comprender dificultades específicas de otros niños.
PROGRAMA DE ENTRENAMIENTO EN HABILIDADES SOCIALES
Los programas de entrenamiento en habilidades sociales pretenden enseñar, de forma directa y sistemática, estrategias y habilidades interpersonales con la intención de que los individuos mejores su competencia interpersonal en las diferentes situaciones sociales.
Estos programas están integrados por un conjunto de técnicas que se orientan hacia la adquisición de nuevas habilidades, las cuales han de permitir a las personas mantener interacciones gratificantes.
TÉCNICAS UTILIZADAS
•Las instrucciones, entendidas como aquellas explicaciones breves y claras, centradas en las conductas objetivo
•El modelado, que consiste en la exhibición de los patrones adecuados de comportamiento para ser entrenados
•El ensayo conductual (role playing), en el que los participantes en el programa ponen en práctica los comportamientos descritos en el modelado
•La retroalimentación que consiste en proporcionar información concreta sobre la actuación desarrollada. Esta técnica pretende conseguir de forma progresiva un nivel de ejecución cada vez más próximo al modelo
•El refuerzo, con lo que se pretende proporcionar a los individuos la motivación necesaria para que puedan mejorar su conducta
•Las estrategias de generalización para conseguir exhibir esos comportamientos en condiciones diferentes a as que se dieron en el momento de realizar el aprendizaje inicial
Un programa estructurado de aprendizaje de habilidades sociales puede desglosarse en diferentes sesiones trabajando aspectos concretos, por ejemplo:
-Dar y recibir cumplidos
-Expresar quejas de forma eficaz y adecuada al contexto
-Saber decir “no”
-Pedir un favor
-Preguntar por qué de forma adecuada
-Pedir a compañeros o amigos el cambio de conductas que nos perturban
-Defender nuestros derechos
-Iniciar una conversación con alguien que nos interesa
-Desarrollo de la empatía
-Las habilidades sociales no verbales (gestos, mirada, distancias, vestuario, etc.)
-En adolescentes: Establecer relaciones con el sexo opuesto
-Tomar decisiones de forma racional
-Saber afrontar los conflictos
Es importante que los niños aprendan conceptos básicos, comenzando con el reconocimiento de los estados emocionales del otro y saber actuar ante estas situaciones (enfado, alegría, tristeza, miedo…)
Igualmente es importante que aprendan a jugar respetando turnos, la importancia de compartir, el juego cooperativo, resolver conflictos durante el juego, etc.